domingo, 29 de noviembre de 2015

Joan

Conocí a Joan Miró (no el pintor, sino el que está vivo) en el pueblo donde veraneábamos. Teníamos unos veinte años. Un amigo en común lo trajo mi casa, donde yo estaba experimentando una especie de "retiro" musical de lectura y encuentro conmigo mismo. Empezamos a improvisar a piano y guitarra y lo que me sorprendió es que tocaba canciones modernas con la posición de guitarra clásica, es decir, apoyada en la otra pierna (a veces se me quedan grabadas estas tonterías...). Durante meses ya no lo vi más, hasta que un día que nos reencontramos y me explicó el motivo de no haber coincidido más. Entonces entendí que era una persona muy activa y sociable, casi siempre rodeado de muchas personas que le quieren además de su extensa familia.

Pasé varios años sin saber nada de él... ¡y menuda sorpresa! Lo reencuentro en la escuela "Taller de Músics" de Barcelona ensayando con un grupo. En pocos días reemplazo al bajista -que lo tuvo que dejar- y con ese grupo, apadrinado por Serrat, grabamos un CD que apareció en radio y televisión además de tocar en Nápoles y otras poblaciones. Cantábamos en catalán, castellano e italiano. Las letras eran como poesía. Cuando íbamos a grabar el segundo CD -todo en castellano y con temazos compuestos por Joan-, el grupo se deshace -a nuestro pesar- y montamos un estudio de grabación con Elisabeth. Todo hecho a mano por nosotros; durante meses parecíamos muñecos de yeso y serrín. Al cabo de tiempo veo que no puedo vivir solo con eso y empiezo a trabajar dando clases y en una tienda de instrumentos musicales, pero él sigue con el estudio grabando proyectos interesantes. Todo eso implica que, finalmente, Joan y yo convivimos casi día a día durante varios años y nos conocemos bastante bien. ¿Cómo cambia y sorprende la vida, verdad?

Pero ahora empieza el verdadero motivo por el que está en este grupo de libre entrada, libre abandono y libre lectura de mis excesivas redacciones. Tiempo atrás, Joan tuvo una experiencia que, en mi opinión, marcaría su vida y le encaminaría hacia su actual y brillante profesión. Fue monitor voluntario en Andorra durante un mes, acompañando niños con cáncer, algunos terminales. Al volver lo vi cambiado, pues la experiencia fue dura y supongo que provocó un gran vuelco en sus valores.

Ahora no voy a relatar el pasado, sino la actualidad. Aparte de ser un enorme compositor de canciones y letras, guitarrista y cantante, actualmente es musicoterapeuta, con una amplia experiencia en hospitales, centros de ancianos, niños enfermos, inmigrantes, afectados por enfermedades raras, etc. Aunque como Ferran, es un poco caro de ver por la cantidad de cosas que hacen y por atender a sus familias, siempre te recibe con voz amable, afecto y calidez. Es de quienes te escuchan de verdad, mirándote a los ojos y dando importancia a todo lo que le cuentas, así que no me extraña que tanta gente le quiera y que haya aprovechado su enorme corazón y capacidad de entrega para aligerar profesionalmente a aquellos que sufren, que sienten apatía, dolor y soledad. También conoce a fondo y practica terapias alternativas. Como dice él: "todo es un complemento y ayuda".

Hay personas que si no hubiéramos conocido nunca, el mundo, para nosotros, no sería igual, ¿no os parece? ;-)

Pues ese es Joan. También le entrevistan en la radio de vez en cuando y para mí es una delicia escucharle por lo bien que habla y la humildad que transluce. Aquí tenéis un vídeo de su labor en un Ayuntamiento para la integración de inmigrantes con el fin de conocer un poco más el catalán y sus respectivas lenguas y culturas de origen:


Se me olvidó que cuando lo conocí, Joan había terminado la carrera de Informática. Y cuando dejamos el grupo, estudió y terminó la de Filosofía. ¡Ja! ¡¡Como si nada!! :)

(continuará...)

No hay comentarios:

Publicar un comentario